En anterior artículo y gracias a conversaciones con José Linares Gallo, expuse que quienes en el Perú no eran conocedores del idioma castellano, estaban en desventaja con quienes lo conocían y usaban regularmente, pero no solo porque la población hispano hablante peruana es mayoritaria, sino porque quienes lo utilizan tienen léxico digital, lo que no pasa con las lenguas nativas, ellas no tienen incorporados los vocablos del conocimiento digital.

Hoy por hoy, quienes no se manejan con las computadoras y el Internet, son personas disminuidas, en situación de minusvalía digital y cultural y, ello sucede con quienes solamente conocen las lenguas nativas como el quechua, el aimara y los idiomas selváticos.

Si bien es cierto que existen más de cuarenta lenguas en nuestra patria, entre idiomas y dialectos, la mayoría tienen poca población de niños y jóvenes, es decir, lamentablemente en proceso de extinción, pero, todas ésas lenguas requieren complementar sus vocablos con los de la tecnología digital.

Mientras el quechua y el aimara lo usan millones de personas, con un componente juvenil importantísimo, obviamente para ser incorporados al uso de la tecnología digital y de su lenguaje, deberían tener preferencia en la alfabetización digital. No es que los demás ciudadanos con otras lenguas vernaculares sean excluidos, sino que hay que ir afrontando el tema progresivamente y, para hacerlo, lo lógico es comenzar donde haya más población que, desconociendo la lengua española, esté dispuesta a la inclusión digital.  Se debería comenzar con los quechua parlantes, que son más, para seguir con los aymara parlantes y así ir incorporando al uso del lenguaje digital, a otras poblaciones y, quizás hacerlo para estas últimas en el idioma castellano, con lo cual las ayudaríamos también a su incorporación al mundo moderno.

Como sabemos el idioma quechua no es igual en todas las localidades de nuestro país, pero el mayor número de los que lo hablan en forma similar se encuentran en los departamentos del centro sur, como son Apurimac, Huancavelica y Ayacucho. En virtud de ello para la alfabetización digital para los quechua hablantes, sería conveniente hacerla en la modalidad usual en tales departamentos.

Linares Gallo justificaba lo dicho, basado en la experiencia de China, en que habiendo diversidad de modalidades del idioma madre, además de como doscientos otros idiomas, se había preferido el mandarín para buscar la unificación en el léxico tecnológico digital.

Varios de los representantes del gobierno central, enrostran a anteriores gobiernos que no han hecho nada para incorporar a las zonas rurales al desarrollo y a la cultura, así como a la modernidad y que de ello pueden dar fe doscientos años de República sin notorios avances.  Les respondería que deberían ser coherentes y hacer la tarea de la incorporación del lenguaje digital para los quechua hablantes.

Sonaba bien declarar de interés nacional la VII Cumbre Ministerial de Gobierno y Transformación Digital (D.S. 111.2022-PCM), pero sería mejor disponer la alfabetización digital en el quechua y aimara.