Vivimos la Era Digital, la misma que prioriza el rol de las nuevas generaciones y de sus nuevos canales de comunicación. Antes, las generaciones se agrupaban en niños, jóvenes, adultos y ancianos. Hoy, quienes han nacido tras la integración de la computadora personal con internet (1990), son conocidos como nativos digitales, en tanto que los demás seríamos inmigrantes digitales.

La metáfora es útil, porque los nativos digitales pertenecen a una cultura diferente, que tiene una nueva forma de relacionarse con el mundo. De hecho, son más libertarios y autónomos, y confrontan, abiertamente, la vieja escuela y sus anticuados estilos de enseñanza masificada.

Nos preguntamos, cómo aprenden hoy nuestros jóvenes quechuahablantes, a quienes se les negó la tecnología (muestra de ello es que en quechua no existían vocablos tecnológicos hasta el 2017). En la práctica, el QUIPU no ha sido valorado en su exacta dimensión. De hecho, pocos peruanos podrían pensar en él como el antecedente más próximo del código informático. ¡Pero lo es! Tampoco lo imaginan como la pieza básica para el desarrollo económico y social del Incanato. ¡Pero lo fue!

Escribir en códigos en quechua, con el software educativo gratuito Scratch, de reciente circulación, permite desarrollar tópicos contemporáneos y, al mismo tiempo, evocar al pasado tecnológico quechua.

El pensamiento matemático y tecnológico de los Incas les permitió organizar un gobierno sustentable y capitalizar la inventiva, la experticia y el conocimiento aportado por culturas milenarias asentadas en el antiguo Perú.

El QUIPU y el lenguaje de programación SCRATCH para estudiantes, amén de ser, por igual, dos códigos informáticos, tal como lo corrobora el COMPUTER HISTORY MUSEUM de California, permite visualizar cómo se coopera y se comparte el conocimiento en la ERA DIGITAL.

Invitado por Mitchel Resnick, del Instituto Tecnológico de Massachusettss, el MIT, propuse utilizar los vocablos tecnológicos de mi libro Alfabetización Digital en Quechua (2017) para generar, en conjunto, la versión en quechua del software educativo gratuito SCRATCH, lo que está permitiendo conectar a nuestros niños, jóvenes y docentes quechuahablantes a una comunidad ONLINE de 60 millones de usuarios, quienes, respaldados por Harvard y voluntarios del mundo, interactúan diariamente.

De esta manera, después de 500 años, en el Bicentenario, nuestros niños y jóvenes quechuahablantes desarrollarán, en su lengua nativa, tecnologías de la época en la que viven, tal como lo venían haciendo antes del virreinato.

Mi próximo libro, pronto en circulación, titulado Escribiendo en códigos: del quecha al Scratch, será una herramienta importante para los docentes y estudiantes de colegios rurales, en particular donde el 50% de los mismos, en promedio, son quechuahablantes. Me refiero a los pobladores de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Cuzco, Puno, Junín y Ancash, quienes deben tener en cuenta que, así como en la China, con doscientas lenguas, varias con escritura, se transitó, tecnológicamente, por el chino mandarín, hoy toca, también al ande, transitar, tecnológicamente, por el quechua Collao o sureño, que es el hablado por más del 70% de quechuahablantes del Perú.

Ello permitirá que los quechuahablantes radicados en las distintas ciudades del país, quienes valoran su idioma y tradiciones, se interesen por asociarse con los futuros emprendedores quechuahablantes del ande.

Además, las evidencias empíricas publicadas en revistas científicas concluyen que el software gratuito SCRATCH permite desarrollar el pensamiento matemático y computacional en niños y jóvenes, lo que genera vocación científica y creatividad a los estudiantes. Con lo cual se promoverán las carreras de ingeniería, hoy indispensables para el desarrollo de cualquier nación.

Finalmente, recordemos que el ande, que ya ha aportado a la humanidad miles de variedades de papa, quinua y maca, aún tiene mucho por aportar y redescubrir, con la participación de los emprendedores quechuahablantes del ande.

 

Por: Eco. José Linares Gallo